La innovación marca el camino de La Joya de la corona en la producción hortofrutícula. Con los ingredientes de la eficiencia y la sostenibilidad, produce y comercializa una gama de productos innovadores, entre los que se encuentra “el puerro baby”, más pequeño, dulce, tierno que el convencional, características de gran valor para los chefs y el consumidor final.
Un sabor en miniatura
Primero llegó el tomate cherry. Después la zanahoria, el rábano, el maíz, el nabo o el puerro. Comenzaron a conocerse como verduras en miniatura, hasta que la terminología evolucionó para pasar a ser denominados productos “baby”. Hoy, La joya de la corona siembra, cosecha y distribuye de forma artesanal “puerros baby”. Por sus nutrientes, sabor, presencia, color más intenso y calibre, son la mejor opción frente a los puerros convencionales.
Pero, ¿Cómo podemos distinguirlos de otro convencional? ¿Cuáles son sus principales diferencias?
Puerro baby
- Sabor: más dulce y ternura especial
- Tamaño: Entre 18 y 25 centímetros de longitud y de 12 a 20 centímetros de grosor
- Peso: 25-35 gramos
- Se cosechan 9 semanas antes que los puerros convencionales
- Calibre homogéneo
Puerro convencional
- Sabor más ácido, parecido al de la cebolla
- Tamaño: alrededor de 50 centímetros de longitud y de 3 a 4 centímetros de grosor.
- Peso: oscila entre los 80 y 200 gramos
- Cosecha: Entre 200 y 250 días tras realizar la siembra.
- El calibre no es homogéneo.
No se modifican genéticamente.
Pese a la creencia que se ha extendido en los últimos años, las verduras “baby” o “mini” no son organismos genéticamente modificados. Entonces, ¿cómo obtiene La joya de la corona un tamaño y grosor inferior a los puerros convencionales? El secreto está en su cosecha, que se produce antes de que crezcan, en concreto 9 semanas antes. Por eso, requieren de un cuidado, atención y mimo excepcionales para que el cultivo sea de gran calidad.
Además, la aplicación de ProAct, un bioactivador fisiológico, homogeniza sus calibres, acelera su crecimiento, facilita la absorción de nutrientes y potencia la consistencia del puerro, siempre de forma natural.
Este paso antes de su recolección, permite obtener un producto premium para su exportación, ya que mantiene estas cualidades durante mucho más tiempo.